Esta traducción se proporciona como una cortesía y únicamente debe considerarse fidedigna la fuente original en inglés.
PARA SU DIVULGACIÓN INMEDIATA
VICEPRESIDENTE: Gracias. Sr. Secretario. Y gracias a todos ustedes; es para mí un gran honor estar con ustedes en este importante encuentro.
Pero antes de empezar, permítanme referirme al ataque que ocurrió ayer en la capital de nuestro país.
El presidente Trump y yo lamentamos profundamente la noticia, que nos comunicaron ayer por la mañana, de que un hombre armado había disparado contra el equipo de béisbol integrado por miembros republicanos del Congreso, e hirió a cinco personas mientras se entrenaban para el partido de beneficencia anual de esta noche.
Yo trabajé con muchos de estos legisladores. Son mis amigos, incluido el representante Steve Scalise, que resultó gravemente herido. Pero puedo decir con confianza que está recibiendo la mejor atención médica posible en Medstar Hospital, en Washington, D.C.
El congresista Scalise es un buen hombre. Es un líder con firmes principios, y también un patriota. Y al igual que todos aquellos que prestan servicio en la capital de nuestra nación, Steve ama a este país, y su servicio honra a la población de su estado y al pueblo de esta nación.
Karen y yo no sumamos a las millones de personas en todo Estados Unidos que están rezando por Steve, por todos los heridos y por sus familias, en este difícil momento. Pero estamos especialmente agradecidos a los valientes policías que acudieron a afrontar el peligro, poniendo en riesgo su seguridad personal.
Como le dije a ella y a su familia esta mañana en el hospital, las acciones valerosas del agente Crystal Griner y el agente David Bailey permitieron salvar vidas y evitaron una tragedia mucho mayor. Y el pueblo estadounidense está agradecido a estos valientes policías. (Aplausos).
Si bien siempre habrá personas que intenten generar divisiones, que ejercen el insulto por sobre la comprensión, hoy, en un campo de béisbol en la capital de nuestra Nación, el mundo verá que Estados Unidos es mucho mejor que eso. Como lo manifestó el presidente Trump ayer, somos más fuertes cuando estamos unidos, cuando trabajamos juntos por el bien común.
Y cuando un vecino está sufriendo o es atacado, el pueblo estadounidense siempre se une a través de la generosidad, la compasión y las plegarias. Así lo haremos siempre.
Con ese ánimo, hoy tengo el honor de estar aquí con todos ustedes, nuestros vecinos de América del Norte, Central y del Sur, en este histórico encuentro.
Entonces, presidente Hernández, presidente Morales, vicepresidente Ortiz, secretario Videgaray, secretario Osorio, miembros del Gabinete y distinguidos invitados, es para mí un privilegio como vicepresidente de Estados Unidos darles la bienvenida a esta Conferencia sobre Prosperidad y Seguridad en América Central. (Aplausos).
Les traigo saludos de mi amigo, y un promotor de la sólida alianza entre Estados Unidos y América Central, el 45º Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
Permítanme agradecer al secretario de Estado Rex Tillerson y al secretario John Kelly, así como a sus Departamentos de Estado y de Seguridad Nacional, por sus extraordinarios esfuerzos para convocar este encuentro histórico.
Quisiera además agradecer al gobierno de México por su plena contribución para que este evento fuera posible. Les pido que demos a estos departamentos y al gobierno de México un fuerte aplauso. (Aplausos).
Estoy además agradecido por la presencia de nuestro secretario del Tesoro, Steven Mnuchin. Y quiero transmitir mi gratitud al Banco Interamericano de Desarrollo y a la Cámara de Comercio de los Estados Unidos, por haber organizado el evento económico de ayer.
Y permítanme agradecer personalmente a todos los líderes del sector público y privado que viajaron para estar aquí desde todo el Hemisferio Occidental y Europa.
Ante un grupo tan distinguido de líderes, hoy es para mí un inmenso privilegio agradecer, en nombre del presidente Trump, al presidente Hernández, al presidente Morales y al [vice]presidente Ortiz por los avances que han conseguido en el Triángulo Norte. Los felicitamos y reiteramos nuestros elogios. (Aplausos).
Gracias por su liderazgo. Gracias por su valentía. Y gracias por su firme posición y su sacrificio personal para asegurar una América Central más segura y próspera. No podríamos sentir mayor gratitud.
Desde la fundación de la Alianza para la Prosperidad en 2014, Guatemala, Honduras y El Salvador han destinado recursos sustanciales a asegurar un futuro más esperanzador para sus pueblos.
Han impulsado con valentía la lucha contra la corrupción, el crimen y el narcotráfico. Han emprendido reformas estructurales con el fin de establecer cimientos más sólidos para el crecimiento económico; y están trabajando en estrecha colaboración con socios regionales, sus comunidades empresariales y con instituciones multinacionales para implementar soluciones a largo plazo a los problemas que enfrenta América Central.
Su determinación es digna de la más profunda admiración, y hoy sé que sienten el mayor de los respetos por el Presidente de Estados Unidos y por el pueblo estadounidense. (Aplausos).
Y en nombre del presidente, permítanme asegurarles que los Estados Unidos de América apoyan a las naciones y los pueblos del Triángulo Norte. Los apoyamos en su compromiso de erradicar el crimen y la corrupción. Los apoyamos en su compromiso de detener el flagelo del tráfico de drogas de una vez por todas.
Y los Estados Unidos de América los apoyan en la construcción de un futuro más seguro y próspero para sus pueblos y para el beneficio del Hemisferio Occidental. (Aplausos).
En otras palabras, estamos juntos en esto. Como ha dicho frecuentemente el presidente, su más alto deber como presidente de los Estados Unidos es mantener a Estados Unidos seguro. Pero este presidente sabe que su seguridad y su prosperidad están directamente conectadas con las nuestras.
Esta reunión es un testimonio del compromiso del presidente Trump con una América Central más fuerte, más segura y más próspera. Me complace anunciar, por instrucciones del presidente, que viajaré a América Central y a Sudamérica más adelante este año para continuar con el excelente trabajo que se está haciendo en esta conferencia. (Aplausos).
Los ciudadanos de los Estados Unidos tenemos un lugar especial en nuestros corazones para los países y los pueblos de América Central, especialmente en el Triángulo Norte, Guatemala, Honduras y El Salvador.
Sus países experimentaron el nacimiento de su independencia cuando la independencia de los Estados Unidos estaba aún en su juventud. Estamos unidos por nuestras historias y geografía. Estamos unidos por el comercio y casi US$ 25 mil millones en productos y servicios que intercambiamos entre nosotros cada año.
Pero más que todo eso, estamos unidos por la amistad, por las valiosas tradiciones y contribuciones que los hijos e hijas del Triángulo Norte han integrado e integran hasta el día de hoy a la fibra del tejido social de la vida americana.
Tengan la seguridad de que Estados Unidos se siente orgulloso de nuestra fuerte alianza con los países del Triángulo Norte. Hemos asumido el compromiso de fortalecer esta alianza de modo que podamos continuar resolviendo los grandes problemas que enfrenta nuestra región.
Ustedes están en el corazón del Hemisferio Occidental, donde el Norte y el Sur se encuentran, y un gran número de personas y productos pasan día tras día por sus calles, a través de sus aeropuertos, puertos marítimos y fronteras. En general, con este flujo de personas y comercio nos beneficiamos ambos en el intercambio de cultura, productos y servicios.
Pero como todos sabemos, América Central también se encuentra plagada por pandillas perversas y grandes organizaciones criminales que impulsan la inmigración ilegal y transportan drogas ilegales en su viaje hacia el norte, a los Estados Unidos. Como sus ciudadanos saben muy bien, estos criminales causan estragos en todo lugar donde llegan sus tentáculos.
En este momento, hay aproximadamente 85.000 miembros activos de pandillas solo en el Triángulo Norte, y ellos causan incalculable miseria, corrupción y violencia a sus comunidades. Uno de cada cinco ciudadanos en esta región es víctima del crimen cada año, ya sea por robo, extorsión, secuestro, tráfico humano o incluso cosas peores.
Sin embargo, las consecuencias de esa criminalidad descontrolada no quedan restringidas al Triángulo Norte. Estas consecuencias se irradian hacia afuera y llegan rápidamente a los Estados Unidos. América Central es solamente el comienzo de un viaje para muchos inmigrantes que huyen de la pobreza y la violencia. Es solo una parada en el camino en tanto que las comunidades enfrentan a los mercaderes de la muerte en la región.
Debido da la alta demanda de narcóticos aquí en los Estados Unidos, en total un 80 por ciento del tráfico de drogas documentado viaja a través de América Central, un 80 por ciento. Los estadounidenses pueden ver el terrible costo del tráfico de drogas, la violencia pandillera y la inmigración ilegal día tras día.
Lo vemos en las pandillas y violencia que plagan nuestras calles y ciudades. Lo vemos en las noticias con los nombres de las víctimas y sus familias. Y lo vemos en el rostro de nuestros familiares y amigos que han caído presas del flagelo de la adicción a las drogas.
El presidente Trump ha dicho claramente que esto debe terminar, y bajo su liderazgo y el de ustedes, esto va a terminar. (Aplausos).
El presidente Trump ya ha tomado acciones decisivas para proteger a los estadounidenses contra las severas consecuencias de la inmigración ilegal y el comercio transnacional de drogas.
Este Presidente ha ordenado la creación de, en sus palabras, una “estrategia agresiva para desmantelar los carteles criminales que se han diseminado por todo nuestro país”, y nuestro Gobierno no ha perdido tiempo bajo el liderazgo del Secretario Kelly, en expulsar a los miembros de pandillas, narcotraficantes y criminales de las calles de los Estados Unidos.
El liderazgo del Presidente ya está marcando la diferencia. Organizaciones criminales, tales como MS-13, están siendo diezmadas y sus miembros están yendo directamente a la cárcel.
Y gracias al presidente Donald Trump, el cruce ilegal en la frontera sur de los Estados Unidos se ha visto reducido en casi un 70 por ciento desde comienzos de este año. Estamos agradecidos a nuestros aliados en México y en el Triángulo Norte que han contribuido a nuestro progreso en esta área.
Pero para detener más aún el flujo de inmigración ilegal y drogas ilegales a los Estados Unidos, el presidente Trump sabe, como todos ustedes lo saben también, que debemos enfrentar estos problemas en su origen. Debemos enfrentarlos y resolverlos en América Central y en Sudamérica.
La alianza de los Estados Unidos con el Triángulo Norte se ha creado para lograr esta misión vital. Esta es la razón por la que estamos reunidos aquí hoy. En términos de seguridad, Estados Unidos está ayudando a capacitar a sus fuerzas policiales. Apoyamos a sus fiscales generales en tanto ellos persiguen a los narcotraficantes, líderes de pandillas y corrupción. Estamos compartiendo información para detener más eficientemente el flujo de armas y de dinero en efectivo a las manos de los criminales.
Estados Unidos se siente orgulloso de apoyar programas en el Triángulo Norte que fortalecen la sociedad civil, mejoran la educación y la alfabetización y fomentan el crecimiento económico en las áreas empobrecidas.
La asistencia de los Estados Unidos en favor del desarrollo comercial y la agricultura en Guatemala, El Salvador y Honduras en años recientes ha creado más de 40.000 trabajos y ha sacado de la pobreza a decenas de miles de familias.
Tengan la seguridad de que, bajo el liderazgo del presidente Trump, Estados Unidos continuará trabajando con nuestros socios para apoyar los programas que resulten eficaces.
Incluso en este momento de desafíos fiscales, me complace informar que el presidente Trump ha dejado claro nuestro compromiso con esta región al solicitar US$ 460 millones adicionales para la seguridad y prosperidad en América Central. (Aplausos.)
Pero como ustedes saben, el trabajo más importante en toda la región es el que tienen que hacer naciones y las personas que la llaman su hogar. Una Centroamérica segura y próspera requiere únicamente una transformación nacional de forma regular desde dentro, en la economía, en la sociedad civil, en los pasillos del Gobierno. En el Triángulo Norte, les pedimos con gran respeto que mantengan y busquen expandir su compromiso de abordar estos problemas de frente.
A través de la Alianza para la Prosperidad, ya han hecho compromisos anuales sostenidos en los últimos años superando los US$ 2.800 millones para estimular el crecimiento, mejorar la seguridad, erradicar la corrupción, poner fin al ambiente de impunidad y promulgar otras reformas importantes. Estas son inversiones vitales en su futuro.
Sin embargo, la acción continua es más necesaria ahora que nunca. En nombre del Presidente, les instamos a que consoliden los logros que han logrado y que sigan progresando hacia nuestro objetivo común de seguridad y prosperidad en América Central.
Trabajando juntos, continuaremos construyendo fuerzas policiales civiles profesionales y responsables en toda la región. Seguiremos apoyando su campaña contra la corrupción pública y fortaleciendo el estado de derecho.
Y juntos, continuaremos ofreciendo a más personas un camino para salir de la pobreza – para dar a los ciudadanos de Centroamérica un camino mejor y un futuro más brillante. Pero para lograr estos objetivos, las naciones de Centroamérica deben continuar trabajando con nuevos socios -en la comunidad empresarial, en el gobierno y en la comunidad religiosa- para fomentar sociedades y economías civiles más fuertes y más sólidas, para estancar el flujo de las drogas ilegales y la inmigración ilegal, y combatir la violencia de las pandillas y del crimen organizado.
Una economía floreciente da a la gente una razón para echar raíces en la tierra de su nacimiento y crecer, en lugar de huir hacia el norte. Los trabajos bien remunerados dan a la gente una alternativa a una vida de pobreza, desesperanza y delincuencia.
Al fomentar la oportunidad en las ciudades y pueblos de Centroamérica, mantendremos las familias unidas. Crearemos comunidades más fuertes y más estables donde sus hijos e hijas puedan subir la escalera del éxito y construir un futuro más brillante para ellos, sus seres queridos y sus naciones como un todo.
La manera más segura de progresar hacia la oportunidad y la prosperidad es que las naciones del Triángulo Norte continúen rompiendo las barreras para la creación de empleo y crecimiento, para reformar sus sistemas fiscales y regulatorios y para erradicar la corrupción en todos los niveles del gobierno.
Esta sala es una prueba de que las empresas también ven una tremenda oportunidad en el Triángulo Norte y más allá. Las empresas de Norteamérica y Centroamérica están tan bien representadas aquí, al igual que el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
Puedo asegurarles que estas instituciones y líderes de la industria desean asociarse con sus naciones para mejorar el clima de inversión, crear empleos y estimular el tipo de crecimiento que construirá las bases para un futuro mejor para su nación y para la nuestra.
Y en nombre del Presidente y de todas las empresas estadounidenses aquí representadas, puedo prometerles que queremos que ustedes crezcan. Queremos exportar más bienes y servicios a sus países porque su éxito es nuestro éxito.
Estas son las asociaciones nuevas y más fuertes que serán necesarias para una América Central más próspera. Y una América Central más próspera, construida sobre la base de la democracia y el estado de derecho, será una inspiración para otras naciones en este hemisferio y más allá.
Solo necesitamos mirar la nación de Venezuela para ver qué sucede cuando se socava la democracia. El colapso hacia el autoritarismo de una nación que había sido rica la ha empujado a la pobreza y causado un sufrimiento incalculable al pueblo venezolano.
Todos nosotros debemos elevar nuestras voces para condenar al gobierno venezolano por su abuso de poder y su abuso de su propio pueblo, y debemos hacerlo ahora. (Aplausos.)
Y en toda la región tenemos que mostrar a Venezuela y a su gente que hay un camino mejor -el camino de la democracia, de la justicia y, sobre todo, debemos mostrar a Venezuela que la libertad es el único camino hacia la verdadera prosperidad y a un futuro más brillante para su pueblo.
Pero siempre debemos recordar que la seguridad es el fundamento de la prosperidad. En el Triángulo Norte, debemos buscar nuevas alianzas y más sólidas para expulsar a los criminales, a los cárteles, a las pandillas y a todos aquellos que socavan un futuro de paz y seguridad para su pueblo.
Es vital que el Triángulo Norte amplíe su cooperación e integración de seguridad no solo con Estados Unidos, sino también con las demás naciones de América Central, Belice, Costa Rica, Nicaragua y Panamá.
También debemos seguir trabajando estrechamente con México para paralizar a los narcotraficantes y desarticular las organizaciones criminales mientras buscan viajar hacia el norte. Y no podemos sobrestimar la importancia de fronteras fuertes. Bajo el Presidente Donald Trump, las fronteras de Estados Unidos serán fuertes. Pero las fronteras de Estados Unidos estarán siempre abiertas a los inmigrantes legales y al flujo de comercio legítimo. Pero nos aseguraremos de que nuestras fronteras estén cerradas a aquellos que nos harían daño -y serán impenetrables para las drogas que están afectando a nuestras familias y comunidades.
Hoy nos comprometemos a fortalecer los lazos que unen a Estados Unidos, el Triángulo Norte y todas las naciones de América Central en este Nuevo Mundo.
Que hoy marque el comienzo de una nueva era aquí en el Nuevo Mundo -de la asociación y el progreso en toda nuestra región para el beneficio de todos nuestros pueblos.
Como dice el Libro Antiguo, “alentémonos unos a otros y ayudémonos a construir unos a otros”, como de hecho ya lo estamos haciendo.
Juntos, sé que vamos a construir sobre los cimientos de la amistad entre nuestras naciones y entre nuestros pueblos. Juntos, alcanzaremos nuevas niveles de seguridad, protección, paz y prosperidad. Y juntos, con la ayuda de todos los líderes aquí reunidos, con su determinación y compromiso renovado con los principios que hacen posible la seguridad y la prosperidad, con el presidente Donald Trump en la Casa Blanca, y con la ayuda de Dios, sé que terminaremos la tarea que tenemos delante. Daremos un paso adelante juntos en el Hemisferio Occidental e iremos al encuentro del glorioso futuro que nos espera.
Gracias. Dios los bendiga. Que Dios bendiga a América Central y que Dios bendiga a los Estados Unidos de América. (Aplausos.)