No importa dónde usted viva, el simple hecho de comprar un producto puede afectar los derechos humanos de alguien que nunca ha conocido. La actividad empresarial, desde la producción hasta la venta, la inversión y la compra, tiene un impacto en la vida de miles de millones de personas en todo el mundo. Todos los días participamos en algún tipo de actividad comercial: pagamos la gasolina para ir al trabajo. Enviamos mensajes de texto en un teléfono nuevo. Compramos una camisa. Compramos un delicioso bizcocho para celebrar un cumpleaños.
Imagine que un producto de panadería se elabora con un ingrediente producido por una empresa que utiliza trabajo infantil o trabajo forzoso. Quizás este ingrediente fue plantado en un área que fue deforestada ilegalmente, reemplazando una selva tropical que alguna vez fue rica en biodiversidad, incluidos animales en peligro de extinción, que anteriormente sostenía a la población local y ayudaba a moderar el clima. Podría ser que los trabajadores se vieran obligados a vivir en condiciones peligrosas, incluida la exposición a productos químicos tóxicos que contaminan el agua potable local. Es posible que los trabajadores hayan trabajado durante muchas horas por poco dinero o, en ocasiones, sin ningún salario. Es posible que hayan sido niños trabajadores que no asistieron a la escuela o fueron víctimas de trata de personas o abuso sexual. Cuando las comunidades protestan por las condiciones laborales y la contaminación, a menudo son amenazadas y en ocasiones atacadas.
Escenarios como este ocurren todos los días en todo el mundo, en todas las industrias y con casi todos los productos imaginables. Muestran el efecto que las empresas pueden tener sobre los derechos humanos y el medio ambiente. Ya sea un conglomerado multinacional con cadenas de suministro complejas y relaciones comerciales en todo el mundo o una pequeña tienda familiar, todas las empresas tienen la responsabilidad de prevenir y abordar los abusos contra los derechos humanos.
La buena noticia es que las empresas tienen una inmensa capacidad para impactar positivamente en la sociedad y el medio ambiente aumentando los salarios, mejorando las condiciones de trabajo y generando confianza con las comunidades locales y operando de manera sostenible. Pero, ¿quién es responsable de asegurarse de que los derechos humanos no sean pasados por alto en la búsqueda de beneficios?
Los Principios Rectores de la ONU sobre Empresas y Derechos Humanos (UNGP), que fueron respaldados por unanimidad por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU hace 10 años, dicen que la responsabilidad es compartida. Los UNGP crearon un entendimiento común del papel positivo que pueden desempeñar las empresas en la promoción del respeto de los derechos humanos y la reparación de abusos en el contexto de las actividades comerciales. Las directrices describen tres pilares: los gobiernos tienen el deber de proteger los derechos humanos, las empresas tienen la responsabilidad de respetar los derechos humanos y las víctimas afectadas por cuestiones de derechos humanos relacionados con las empresas deben tener acceso a reparación.
En respuesta a los UNGP, durante la última década, muchos gobiernos han creado Planes de Acción Nacionales sobre empresas y derechos humanos y han adoptado leyes para contrarrestar los abusos corporativos y mejorar la rendición de cuentas, incluido los Estados Unidos. Muchas empresas están fortaleciendo las políticas y prácticas corporativas sobre derechos humanos y realizando la debida diligencia para evitar el apoyo directo o inadvertido a los abusos de los derechos humanos a través de sus operaciones, inversiones, contratos o cadenas de suministro. Las empresas que respetan los derechos humanos tienen una ventaja competitiva al mitigar los riesgos operativos, legales y de reputación. Estas empresas saben que respetar los derechos humanos no solo es lo correcto, sino también lo inteligente. Las empresas prosperan y las economías prosperan cuando las empresas y los gobiernos trabajan juntos para garantizar un estado de derecho sólido; respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales; respeto de las normas laborales, ambientales y técnicas nacionales e internacionales; buen gobierno; e instituciones eficaces y responsables.
El Gobierno de los EE.UU. apoya y trabaja para promover los estándares globales para garantizar que las empresas y las comunidades se beneficien de realizar negocios de manera responsable y respetuosa de los derechos. Las empresas estadounidenses se encuentran entre los líderes mundiales en conducta empresarial responsable en función de su compromiso de promover el respeto por los derechos humanos, respetar el estado de derecho y fortalecer las comunidades locales a través de inversiones a largo plazo y desarrollo del capital humano. Nos esforzamos porque las empresas estadounidenses estén a la altura de las expectativas que asocian la marca estadounidense con el respeto por los derechos humanos y una gobernanza sólida.
Estamos ansiosos por hacer más para mejorar este récord. Esperamos trabajar con socios en la República Dominicana mientras comenzamos a reconstruir mejor a partir de una pandemia global a través del desarrollo equitativo y sostenible. Las empresas, incluidas las estadounidenses, deben fortalecer aún más su compromiso en cuestiones de derechos humanos y asociarse con los gobiernos, los trabajadores y la sociedad civil en soluciones compartidas. Los UNGP nos apuntan en la dirección correcta pero no son suficientes por sí solos.
El Sistema de las Naciones Unidas en la República Dominicana lanzó el programa “Dominicana Diversa e Inclusiva” una serie de seminarios web mensuales diseñados para compartir buenas prácticas y la comprensión de los estándares globales para la inclusión laboral de personas LGBTI con empresas en la República Dominicana. Los webinars están orientados a personas que trabajan en empresas, redes empresariales, sindicatos, organizaciones LGBTI e instituciones públicas de los sectores laboral, económico, de desarrollo y empresarial. Esta iniciativa se coordina a través de la Campaña de las Naciones Unidas #LibresEIgualesRD, para promover el trato justo y equitativo de las personas LGBTI y es desarrollada principalmente por la coordinadora residente de la ONU y financiado por el proyecto de USAID “Ser LGBTI en el Caribe”.
Podemos y debemos tomar nota de los avances logrados en los últimos 10 años en el marco establecido en los UNGP y las disposiciones incomparables de las directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales, que también fueron actualizadas hace 10 años. Sin embargo, todavía queda mucho trabajo por hacer para fomentar un mundo en el que las empresas vean que el éxito económico incluye el respeto por las personas y el planeta. Este resultado sólo es posible cuando los gobiernos son socios sólidos para garantizar que las empresas respeten los derechos humanos y cumplan con los requisitos legales del gobierno anfitrión.
El Gobierno de los EE.UU. y las empresas estadounidenses están a la altura. Pero la mejor manera de promover el respeto por los derechos humanos es trabajar con aliados y socios en todo el mundo. El éxito de los esfuerzos futuros para promover el respeto de los derechos humanos por parte de las empresas de acuerdo con los UNGP dependerá de la colaboración del gobierno, las empresas y la sociedad civil. El Gobierno de los Estados Unidos está listo para continuar apoyando este esfuerzo. Para demostrar nuestro compromiso, el 16 de junio, el Secretario de Estado Blinken anunció que el Gobierno de los Estados Unidos pronto comenzará el proceso de actualización y revitalización del Plan de Acción Nacional (NAP) de los Estados Unidos sobre Conducta Empresarial Responsable. Trabajemos juntos para promover el respeto de los derechos humanos por parte de las empresas en la República Dominicana durante la próxima década y más allá, porque comprar un regalo de cumpleaños no debería contribuir al abuso de los derechos humanos de alguien.
Para más información sobre los principios rectores de las Naciones Unidas sobre las empresas y los derechos humanos, visite el enlace: https://www.ohchr.org/Documents/Publications/GuidingPrinciplesBusinessHR_SP.pdf