Robin S. Bernstein
Embajadora de los Estados Unidos en Santo Domingo durante
el Dia de Conmemoración en honor a las víctimas del Holocausto
Domingo 27, 2019 • 7:00 p.m.
¡Muy buenas noches! Estoy muy feliz de estar aquí hoy, no sé cómo expresarles lo que significa este momento para mí. El Día Internacional de la Memoria del Holocausto marca el aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. Cuando las personas nos detenemos a reflexionar sobre los horrores infligidos por el nazismo en Europa, también aprovechamos el momento para condenar la violencia provocada por la persecución étnica y religiosa en todo el mundo.
Durante el Día de Conmemoración en honor a las Víctimas del Holocausto el año pasado, el presidente Trump dijo: “Nuestra Nación está en deuda con los sobrevivientes del Holocausto. A pesar del trauma que llevan consigo, continúan educándonos al compartir sus experiencias, su fortaleza, su sabiduría y su generosidad de espíritu para promover el respeto por los derechos humanos”.
Quiero que todos sepan que elegí venir a la República Dominicana. Esta fue mi primera opción. Gran parte de esa decisión tuvo que ver con mi fe judía y cómo la República Dominicana acogió a los refugiados judíos en 1938. Cuando el resto del mundo le dio la espalda a los refugiados judíos que huían de la Alemania nazi, algunos de mis hermanos judíos pudieron encontrar un refugio aquí en la República Dominicana, particularmente en la comunidad de Sosúa.
Mi abuelo, Morris Stein, huyó de la persecución religiosa en Rusia y vino a los Estados Unidos, por lo que mi familia entiende lo que significa estar desarraigado y comenzar de nuevo en una tierra extraña. Pero mi abuelo nos inculcó los valores de la fe, el trabajo arduo, la perseverancia, la gratitud y la familia.
Mi primer día en este país le dije al personal de la Embajada que mi fe y mi familia son la base fundamental de mis principios y sobre los cuales construí mi vida. Al recordar a las víctimas y también honrar a los sobrevivientes; enviamos nuestros cálidos deseos y oraciones a las familias y vidas que quedaron trágicamente fracturadas por estas atrocidades. Su memoria sigue viva.
Al mirar hacia nuestro futuro, compartimos un mensaje de esperanza de que las personas continúen cultivando el amor en sus corazones y mentes. Nuestros socios en todo el mundo nos ayudan a garantizar que sigamos defendiendo los derechos humanos y nunca más permitamos que suceda algo así. En nombre de los Estados Unidos de América, es un honor para mí organizar este evento junto con nuestro socio y amigo Israel. Recordamos – el ayer, hoy y prometemos recordar siempre. Que nadie vuelva a sufrir estas tragedias nunca más.
Gracias por estar aquí esta noche y gracias por compartir este momento.